“El primer paso de un hombre justo, es extender la justicia a quienes no la poseen” (Abel Desestress
Una crisis financiera global es capaz de derrumbar muchos mitos. El Foro Económico Mundial de Davos ha anunciado que adoptaba un código de austeridad y en Gran Bretaña analistas de prestigio defienden la entrada en el euro o, al menos, la apertura de una discusión pública al respecto. Esa misma crisis ha hecho que ahora en Estados Unidos crezca el debate sobre un término tabú hasta hace poco: la nacionalización y, más en concreto, la nacionalizacióन
Hay dos candidatos claros: Bank of America y Citigroup. Dos bancos que ya han recibido 300.000 millones de dólares (algo más de 228.400 millones de euros) del Estado, que posee porcentajes importantes de su accionariado.
Ayer mismo, en una tribuna publicada por el suplemento NEGOCIOS de este periódico, el premio Nobel de Economía Paul Krugman lo defendía en estos términos: "¿Por qué estas contorsiones? La respuesta parece ser que Washington sigue teniendo un miedo mortal a esa palabra que empieza por N: nacionalización. La verdad es que Gothamgroup [un banco creado ad hoc por el economista para explicar su caso] y sus instituciones hermanas ya son pupilas del Estado, completamente dependientes de la ayuda del contribuyente, pero nadie quiere reconocer ese hecho y aplicar la solución obvia: una absorción pública explícita, aunque temporal".
¿Está preparado el presidente Barack H. Obama para tomar la decisión? se pregunta hoy David E. Sanger en el diario The New York Times, diario que organizó hace cuatro días un debate con cuatro expertos sobre el tema. Nancy Pelosi, portavoz de los demócratas en el Congreso, evitó a toda costa pronunciar la palabra 'nacionalizacón' en una entrevista en el canal de televisión ABC para terminar preguntándose: "¿Hemos llegado a pensar alguna vez que veríamos el día en que usásemos esa terminología? Nacionalización de los bancos?"
Esa nacionalización puede ser contagiosa y no terminar en estos bancos. Todo el mundo anda a la espera y hay quienes creen que lo peor no ha pasado. "Los escenarios de pesadilla no tienen fin", asegura un miembro de la administración Obama en The New York Times. "Nacionalizar es algo que hacen los extranjeros, no algo que hacemos nosotros, no es un término del vocabulario americano", asegura el historiador económico Charles Geisst. O, al menos, no lo era.
Ayer mismo, en una tribuna publicada por el suplemento NEGOCIOS de este periódico, el premio Nobel de Economía Paul Krugman lo defendía en estos términos: "¿Por qué estas contorsiones? La respuesta parece ser que Washington sigue teniendo un miedo mortal a esa palabra que empieza por N: nacionalización. La verdad es que Gothamgroup [un banco creado ad hoc por el economista para explicar su caso] y sus instituciones hermanas ya son pupilas del Estado, completamente dependientes de la ayuda del contribuyente, pero nadie quiere reconocer ese hecho y aplicar la solución obvia: una absorción pública explícita, aunque temporal".
¿Está preparado el presidente Barack H. Obama para tomar la decisión? se pregunta hoy David E. Sanger en el diario The New York Times, diario que organizó hace cuatro días un debate con cuatro expertos sobre el tema. Nancy Pelosi, portavoz de los demócratas en el Congreso, evitó a toda costa pronunciar la palabra 'nacionalizacón' en una entrevista en el canal de televisión ABC para terminar preguntándose: "¿Hemos llegado a pensar alguna vez que veríamos el día en que usásemos esa terminología? Nacionalización de los bancos?"
Esa nacionalización puede ser contagiosa y no terminar en estos bancos. Todo el mundo anda a la espera y hay quienes creen que lo peor no ha pasado. "Los escenarios de pesadilla no tienen fin", asegura un miembro de la administración Obama en The New York Times. "Nacionalizar es algo que hacen los extranjeros, no algo que hacemos nosotros, no es un término del vocabulario americano", asegura el historiador económico Charles Geisst. O, al menos, no lo era.
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