El alcalde de Guanajuato, Eduardo Romero Hicks, ha creado un gran escándalo en México al prohibir besarse de forma apasionada en la ciudad desencadenando la indignación de sus ciudadanos, de la oposición y de su propio partido, que amenaza con expulsarle.
El edil, miembro del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), afirmó en la sesión que los “besos olímpicos” en la vía pública pasan a ser castigados con penas de hasta 36 días de prisión y 1.500 pesos (107 dólares) de multa.
La indignación generada por lo que se consideró un flagrante recorte de libertades recorrió Guanajuato, a la que el propio consistorio promociona como ‘Ciudad Romance’, y todo México.
En una rueda de prensa ofrecida el viernes en el conocido ‘Callejón del Beso’, Romero Hicks trató de calmar los ánimos aclarando que la gente podrá besarse libremente y que sólo serán sancionados lo que redefinió como “agarrones olímpicos”.
“(Un agarrón olímpico) es que se toquen partes privadas de las personas. Cuando empiezan a desabrochar la ropa, eso es un tocamiento obsceno”, describió el alcalde.
En concreto, el artículo 36 del bando califica de infracciones contra la moral del individuo y de la familia “realizar tocamientos obscenos en espacios públicos” y “proferir palabras, adoptar actitudes de carácter obsceno”.
Pero a la dirigencia de su partido no le ha hecho ni pizca de gracia esta polémica, que aparece en pleno inicio de un año electoral.
El Comité Directivo Estatal del PAN advirtió públicamente a Romero Hicks que si no detiene la publicación de la norma en el diario oficial será vetada por el gobernador de Guanajuato, el también panista Juan Manuel Oliva Ramírez.
En caso de mantenerse firme en su decisión, el alcalde será sancionado e incluso podrá ser expulsado del PAN.
A pesar de un amago de rectificación, el edil aseguró el viernes que el bando será publicado y aplicado.
La oposición, por su parte, se apresuró a denunciar esta medida que considera un grave ataque a los derechos individuales.
“Ésta es una más de todas las que ha hecho el PAN. Como la que hizo hace años cuando intentó prohibir las minifaldas“, dijo a la AFP la perredista Maricela Contreras, presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados de México.
Para plantar cara a la norma, diputadas y militantes del izquierdista Partido de la Revolución Democrática pretenden organizar un ‘maratón de besos’.
El edil, miembro del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), afirmó en la sesión que los “besos olímpicos” en la vía pública pasan a ser castigados con penas de hasta 36 días de prisión y 1.500 pesos (107 dólares) de multa.
La indignación generada por lo que se consideró un flagrante recorte de libertades recorrió Guanajuato, a la que el propio consistorio promociona como ‘Ciudad Romance’, y todo México.
En una rueda de prensa ofrecida el viernes en el conocido ‘Callejón del Beso’, Romero Hicks trató de calmar los ánimos aclarando que la gente podrá besarse libremente y que sólo serán sancionados lo que redefinió como “agarrones olímpicos”.
“(Un agarrón olímpico) es que se toquen partes privadas de las personas. Cuando empiezan a desabrochar la ropa, eso es un tocamiento obsceno”, describió el alcalde.
En concreto, el artículo 36 del bando califica de infracciones contra la moral del individuo y de la familia “realizar tocamientos obscenos en espacios públicos” y “proferir palabras, adoptar actitudes de carácter obsceno”.
Pero a la dirigencia de su partido no le ha hecho ni pizca de gracia esta polémica, que aparece en pleno inicio de un año electoral.
El Comité Directivo Estatal del PAN advirtió públicamente a Romero Hicks que si no detiene la publicación de la norma en el diario oficial será vetada por el gobernador de Guanajuato, el también panista Juan Manuel Oliva Ramírez.
En caso de mantenerse firme en su decisión, el alcalde será sancionado e incluso podrá ser expulsado del PAN.
A pesar de un amago de rectificación, el edil aseguró el viernes que el bando será publicado y aplicado.
La oposición, por su parte, se apresuró a denunciar esta medida que considera un grave ataque a los derechos individuales.
“Ésta es una más de todas las que ha hecho el PAN. Como la que hizo hace años cuando intentó prohibir las minifaldas“, dijo a la AFP la perredista Maricela Contreras, presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados de México.
Para plantar cara a la norma, diputadas y militantes del izquierdista Partido de la Revolución Democrática pretenden organizar un ‘maratón de besos’.
Si ser inteligente significa ser político, que vivan los burros”. (Abel Desestress)
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